
Me llamo Ana y mi historia con Mimuki empezó hace unos años sólo que yo aún no lo sabía.
Durante el confinamiento de 2020 tuve la suerte de poder parar para pensar y aprendí a calmar la ansiedad y la tristeza gracias a la creatividad, pintando acuarelas y sumergiéndome entre pinceles y vasos de agua de mil colores.
Cuando todo acabó, decidí estudiar un máster de Diseño me confirmó lo que ya intuía y fue ahí cuando me lancé a la piscina. Desde el principio tuve claro que el diseño y la calidad siempre serían mi prioridad.
¿Y por qué MIMUKI? descubrí que el término japonés “maemuki” (前向き), que significa “mirar hacia adelante” conectaba de lleno con lo que viví.
Mimuki nació justo en ese momento en el que me sentía un poco perdida, con la necesidad de reencontrarme. Y crear, poco a poco, fue mi manera de poner la mirada hacia delante. Así que al final, el nombre no fue solo una mezcla bonita, sino una especie de recordatorio a mí misma de por qué empecé esto.
Quien me conoce sabe que no manejo bien la incertidumbre, pero sé que me hace feliz probar, cambiar y conocer. A estas alturas tengo claro que mi futuro es cambiante, pero la vida a veces va de eso, de salirte de tu carril y tomar otros caminos.